Una mercedita recién salida del horno, bien esponjosa y con su copete sobresaliendo de la base envuelta en el papel rizado, una imagen a la que es difícil resistirse. Y está al alcance de todos ya!!
En el desayunos, en el entredía y en la merienda o siempre que nos apetezca unas merceditas perféctas en cualquier momento de día.